La Aceitera

Donde las aguas comienzan a hervir.



Si existe en la provincia de Cádiz un lugar que se identifique plenamente con la pesca submarina, este es sin duda Los Caños de la Meca.
Situado en el término municipal de Barbate, este poblado ha sido y es el lugar de pesca por excelencia de muchos pescasubs.
De esto, gran parte de culpa la tiene La Aceitera, unos bajos que para muchos poseen algo de mágico.
Allí, la mar recelosa se ha aliado con el viento y las corrientes para impedir el arrebatamiento de sus riquezas y mantener un auténtico tesoro a nuestro alcance.



Localizarla no es dificil, incluso en los días en que el océano es una gran balsa donde no existe el horizonte, el hervor de sus aguas la delatará y os explicará el porqué de su nombre.
Situados frente al Cabo de Trafalgar, estos arrecifes que nacen casi en la orilla, se adentran perpendicularmente muchos cientos de metros en el Atlántico.
En esta posición, sus cantiles, que en algunos lugares llegan casi a emerger, actúan como muro de contención de las bravas aguas del Estrecho. El resultado de este combate es que aquí las corrientes son infernales.

El Cabo de Trafalgar, en realidad, no es más que una vieja isla. Actualmente, debido al capricho de la dinámica litoral, ha quedado unida a la costa por medio de un cordón de arena, fenómeno geológico que ha posibilitado el acceso rodado a dicha isla. Allí podremos disfrutar observando sus dunas fósiles del Cuaternario y su precioso faro.

Los bajos de La Aceitera, sin embargo, han permanecido impertérritos al paso de los siglos y siempre han sido una amenaza para los navegantes de todas las épocas. Del respeto del hombre hacia este agreste lugar dan buena cuenta refranes marineros como "junto al Cabo de Trafalgar, o bien a tierra, o bien a la mar". Este es un típico ejemplo de las advertencias de continuo peligro que existen sobre este arrecife.

Hoy en día, este Cabo se ha convertido en un lugar venerado por los pescasubs y su fama ha traspasado todas las fronteras. El lugar se ha convertido en el destino de vacaciones de muchos vascos, murcianos e incluso franceces.
El problema es que se ha trasmitido la idea de que supone un emplazamiento ideal para la pesca, pero de lo que no se ha informado es del carácter indómito de estas aguas y de que es el lugar de la provincia de Cádiz donde se han sesgado más vidas mientras se practicaba este noble deporte.


Oscar Mansilla - Cazasub Nº32 - Mayo 1998